A partir de este escrito, iniciaré una serie de reportajes, sobre la situación actual de los humedales en Bogotá. En esta primera entrega, abordaré un poco, la situación actual de estos ecosistemas y cómo las dinámicas de urbanización en la ciudad, han perjudicado a las distintas especies animales y vegetales que se asientan en estos cuerpos de agua.
Los humedales, tienen vital importancia dentro de la Estructura Ecológica Principal de Bogotá. Sin embargo, el desarrollo urbano de esta ciudad, a través de la historia, ha derivado en un proceso de deterioro y desaparición de muchos de estos cuerpos de agua. Temas como la falta de control en la cimentación de distintos barrios residenciales; los desarrollos industriales; el uso que se les ha dado, como receptores de aguas negras; entre otros, han generado procesos de contaminación que afectan a las especies nativas, muchas de ellas propias de la Sabana de Bogotá, provocando la extinción de varias de estas.
Las políticas que conducen el desarrollo económico nacional, no han tenido en cuenta la fragilidad de ecosistemas como los humedales, los que a su vez, han sido secados con el fin de aprovechar las tierras como zonas de urbanización y expansión de Bogotá, especialmente, hacia el Norte y el Occidente. Tal urbanización, ya sea legal o ilegal, de la mano de prácticas como la agricultura y el uso de las aguas para irrigar cultivos, han derivado en el drenaje de grandes cantidades de agua.
Ahora bien, estas dinámicas también han ocasionado problemas como el vertimiento de basuras y la destrucción de la fauna y la flora, entre otros. Una de las consecuencias más graves de la desaparición de los humedales y del lógico desequilibrio del sistema ambiental, que esto conlleva, es la emigración y la extinción de diversas especies de animales y plantas, Pero lo más preocupante del asunto es que, durante buena parte del siglo XX, poco o nada se hacía para proteger las zonas de humedales: apenas a principios de los años noventa, se empezaron a gestar políticas de protección ambiental para los humedales. Además, estas políticas siguen siendo insuficientes.
Cabe decir que la actitud depresiva e invasora del ser humano sobre los humedales, también ha traído graves consecuencias en la población: estos ecosistemas se han convertido en sitios donde se vierten escombros y basuras, afectando, tanto a la fauna y flora, como a las comunidades circundantes. Asimismo, son lugares inseguros para la población e incluso, personas de escasos recursos se asientan dentro de tales ecosistemas. En este sentido, tampoco se ejerce un real control, lo que genera problemas, tanto de salud, como de seguridad para los ciudadanos.
- Política De Humedales Del Distrito Capital De Bogotá: Plan estratégico para su restauración, conservación y manejo. Bogotá, 2004.
- http://sogeocol.edu.co/documentos/humed.pdf.
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